No pocos confunden la solidaridad con el proselitismo.
Claro que cuando se habla de un pibe descalzo y con hambre, no debe importar
un pepino de dónde proviene la ayuda. La ayuda tiene que estar, de cualquier
lado.
Pero cuando ese duende –que tiene 6 años y se cruza en el
subte con otro de su misma edad sentado a upa de su mamá, con una bolsita de
chocolates y las dos zapatillas enteras, la remera sin agujeros, los rulos
igual de rulientos pero más limpios, los mocos igual de colgantes pero asistidos
a domicilio- es un microscópico trofeo para sumarle una estrellita a la bandera
de algún concejal, un diputado, un gobernador, un jefe de gobierno, todo un
movimiento, yo me caliento un poco. Más me caliento con la indiferencia, por supuesto.
¿Pero sabés qué? Hay un hormiguero subterráneo que bulle,
que resiste casi todas las tormentas y que crece. Son personas, solas o agrupadas,
lejos de Batman, de Flash, de la Mujer Maravilla y la nueva versión gay de
Linterna Verde y la Liga de la Justicia. Gente que da porque están convencidos de que lo que no se da,
se pierde. A ver:
Manos Abiertas asiste con decenas de ollas de comida y ropa a unas 200 personas en
las plazas Mitre y La Roche, de San Miguel y Morón, todos los miércoles y
viernes.
Los Leoncitos de Moreno transformaron un merendero del
barrio Zarza, de Moreno, y hoy brindan clases de fútbol, gritos de gol y formación
a unos 170 chicos en el polideportivo Las Catonas, a la vera de la ruta 23 en
ese distrito.
Tu Ayuda Suma hundió las patitas en las zanjas y el lodo
del barrio Santa Isabel, en Mariano Acosta, donde Silvia tiene su propio
hormiguero: un merendero para casi 150 pibes. Silvia, la que luchó hasta hace tres
semanas para salvar y mejorar la vida de su hijo Matías, ese flaco cuyo único
bálsamo para mantenerse calmado, en su cama, era la música.
Corazones Felices asiste y forma, en el corazón de Temperley,
a unos 80 pibes que tienen clases de apoyo escolar, danza, taekwondo y un lugar
donde jugar cuando afuera está todo nublado.
¿Importan los nombres, el origen, los títulos? ¿Podrían
los Leoncitos de Moreno ayudar a Corazones Felices para armar una escuelita de
fútbol? ¿Tendrían que llamarse Leoncitos Felices, o sólo darse cuenta de que lo
único que importa es el fin compartido y la misma motivación en contextos
similares? ¿Podrían los miembros de todas estas entidades ayudar a Tu Tiempo es Hoy en el próximo evento para armar un bufet, para juntar donaciones, para
identificar necesidades? ¿Podríamos todos juntos buscar, en 2013, lugares menos
amparados que necesiten un empujón para crecer? ¿Importa si Pablito hace
sonido, Sol arma juegos infantiles, Majo saca fotos, mi viejo pone la
camioneta, Natalia difunde en los diarios? ¿O lo que importa es que haya
sonido, juegos infantiles, fotos, una camioneta para llevar las donaciones,
boca en boca?
Este viernes, por primera vez nos vamos a juntar quienes
hacemos Tu Tiempo es Hoy con algunos de los antes nombrados. ¿Qué buscamos?
No sabemos bien, ni tenemos un solo objetivo. Sí sabemos que vamos a hacer algo
grande. Algo más grande de lo que podemos hacer por separado. En principio,
compartir un café o una cerveza. Después, pensar el último evento del año y tirar la
ventana por la casa para seguir evolucionando la especie en 2013. Están todos bienvenidos, y si no saben cómo ayudar, pregunten que es gratis.
Salud!
Salud!
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