miércoles, 13 de marzo de 2013

El mejor material para construir un domingo

"Tu tiempo es hoy" se llama así porque surgió a días de la muerte de Spinetta ("no corras más...", dice el tema que lo hizo famoso). La ciudad fantástica que quisimos crear en la UNGS, ¿casualmente? a un año de la partida del Flaco, se llamó Mundo de Papel en homenaje a los ojos de la protagonista de esa canción. Además, sonaba bien para un planeta que nos devolviera a la niñez. Pero Sol Tiscornia se encargó de encontrar entre los visitantes y dueños de esta tierra  maravillosa otros significados y, además, describir lo indescriptible: la demencial jornada del domingo.

Por Sol Tiscornia
¿Qué tiene de bueno un mundo de papel? El papel se rompe, se moja, se ensucia, se pone viejo y si viene un viento muy fuerte se va volando y desaparece. Hasta los tres chanchitos sabían que no se puede construir con él. ¿Por qué no armar un universo de acero, de piedra o hasta de tierra? Algo duro e inalterable. La gente de Tu Tiempo es Hoy, Manos Abiertas y Tu Ayuda Suma, los organizadores del evento solidario que se hizo el domingo 10 de marzo en la Universidad Nacional de General Sarmiento (UNGS), insistió en que querían hacer un Mundo de Papel y que ése y ningún otro sería el material predilecto. No el más fuerte, ni resistente ni provechoso, dijeron, “es simplemente el mejor”.
En esa “ciudad fantástica” que crearían habría música, actores, artesanos, bandas en vivo, murgueros, brujas, princesas y hasta puestos de hamburguesas y tacos mexicanos. Todo sostenido por hojas y cartones. De ellos dependería la suerte de cerca de mil personas que reciben la ayuda de tres instituciones para las que esperaban recolectar pilas de alimentos y útiles escolares. La planearon por semanas. Se proveyeron de tijeras, plasticolas, diarios viejos, cartulinas nuevas y revistas con estampas de modelos famosas para ayudarla a nacer. Anunciaron su inauguración en la radio y la esperaron ansiosos. El domingo, aseguraron los meteorólogos, llovería. El agua deshace el papel.
Fue mentira. Resulta que los meteorólogos no dicen la verdad. El domingo hubo sol y cielo celeste. Cartones sequitos. Entonces el Mundo de Papel empezó a nacer. Nadie lo parió: reciclaron. Todo fue verde y moderno. Estrellitas doradas, origami hecho con clasificados, mapas interactivos, guirnaldas y colores magenta, verde oliva y azul popurrí. En la entrada, un cartel adornado con témperas daba la bienvenida: “Todas las personas grandes han sido niños antes, pero pocas lo recuerdan”, advertía. Una copia exacta de la oración con la que Saint-Exupéry le dio los puntos finales a la introducción de El Principito en 1943. Pero por más aciertos que haya tenido el autor francés, cuando escribió esa frase se equivocó: nada perdura más en la memoria de la humanidad que la infancia. Los saben los psicólogos, después de horas de divanes y bolsillos llenos de escuchar anécdotas de vergüenzas escolares y caídas en bicicletas. Lo confirman los paladares, que hacen su podio de sabores según los ingredientes que usaban las abuelas, y lo intuyeron, también, los mentores del Mundo de Papel. “Vamos a armar una ciudad fantástica en la que uno pueda volver a la niñez”, se entusiasmaban al contar su invención y aún entre pronósticos de lluvias y tormentas aisladas se los veía emocionados, felices y con sonrisas de gancho.  
A pesar de haber elegido el material más inelegible, lo lograron: el domingo el predio de la UNGS fue un desfile de adultos barbudos que se dejaban pintar corazones en los cachetes para que les den caramelos a cambio, carreras con mujeres saltando hacia la meta adentro de bolsas de papas y padres dejando celulares de lado para jugar a las bolitas. Ahí, a diferencia de lo que creía Saint-Exupéry, nadie pareció haberse olvidado de cómo era ser chico.

viernes, 8 de marzo de 2013

Soñar cuesta un mundo


Apareció un poco como una revelación, entre conjeturas de almohada e inquietudes de perro pulgoso. Fue parido de una charla, o de miles de charlas, de un racimo de sentimientos profundos, oceánicos, tectónicos. De una necesidad y de la inmediata complicidad de un puñado de amigos (díganme qué hay más sagrado que esos individuos que un día son extraños que no tienen tu sangre, ni comparten tu techo ni lamen tus heridas, y horas después te siguen a la Conchinchina, se sumergen con vos sin tubo de oxígeno en un volcán).
Renzo Layco
Me acordé ahora por dos cosas. En primer lugar, una amiga está padeciendo un ataque de insomnio galopante, y Tu Tiempo es Hoy germinó una noche con poco sueño y muchos laberintos. La otra es el vértigo que da la cercanía al Mundo de Papel, el evento solidario, happening artístico, cuento épico, el proyecto  más grande que encaramos en poco más de un año de vida. El vértigo y el peso de la responsabilidad, pero el alivio de las espaldas que se apoyan a las nuestras.
Aquella noche de insomnio en la que tomó difusas formas Tu Tiempo es Hoy, soñé (con ojos abiertísimos) con esto. Viste que en los sueños ahora estás acá, ponele, en el living frente a la compu con el perro que se llama Judas. Pero de pronto van a entrar ladrones y ahora estás en una calle oscura, después en un castillo, y los ladrones son extraterrestres que quieren practicarte una lobotomía. O una pantera negra que te corre en el supermercado, en la escuela, en la redacción. Bueno, al menos mis sueños son así.

sábado, 2 de marzo de 2013

Los lugares y los intercambios

Por Aldana Fernández Sanders

“Las ciudades son un conjunto de muchas cosas: memorias, deseos, signos de un lenguaje; son lugares de trueque”
Italo Calvino, Las Ciudades Invisibles

Cuentan los que recorrieron Ersilia, ciudad de los intercambios, que se parece al Mundo de Papel. En Ersilia, para establecer las relaciones que rigen la vida de la ciudad, los 
habitantes tienden hilos entre los ángulos de las casas, blancos o negros o grises o blanquinegros según indiquen relaciones de parentesco, intercambio, autoridad, representación.
Cuando los hilos son tantos que ya no se puede pasar entre medio, los habitantes se van: se desmontan las casas; quedan sólo los hilos y los soportes de los hilos.
En el Mundo de Papel los hilos -las relaciones- se multiplican, son cada vez extensos. Hay quienes los describen como infinitos. Cuando el 10 de marzo todos los habitantes fantásticos se vuelvan a reunir, los hilos ayudarán a sostener a tres instituciones: el Hogar Padre Morello de Parque Patricios; el merendero Matías: Primero los Chicos, de Merlo; y la ONG Manos Abiertas, de Hurlingham.

Desde la ladera de un monte, acampados con sus trastos, los prófugos de Ersilia miran la maraña de los hilos tendidos y los palos que se levantan en la llanura. Y aquello es todavía la ciudad de Ersilia, y ellos no son nada. Vuelven a edificar Ersilia en otra parte. Edificar, construir, de eso se trata. Como cuando Silvia y Raúl empezaron a cocinar para 40 chicos, que con el tiempo se volvieron 200 y hoy son quienes dan vida al merendero Mat
ías: Primero Los Chicos, de Merlo. O como cuando Patricia, Lucía, Cecilia, Carlos y cada vez más nombres se agruparon en la ONG Manos Abiertas para abrigar, al menos una vez por semana, los estómagos y los pies de quienes se acercan a las plazas en las plazas La Roche, en Morón, y Mitre, en San Miguel. Como cada vez que Celia, la directora del hogar Padre Morello, da la bienvenida a una nueva mamá.
Tejen con los hilos una figura similar que quisieran más complicada y al mismo tiempo más regular que la otra. Vuelven a edificar, multiplican. Después -una vez que está firme- la abandonan y se trasladan aún más lejos con sus casas. Quienes quieran generar hilos, construir puentes y cumplir objetivos conjuntos, quedan invitados a participar y dar forma al Mundo de Papel, primo lejano de Ersilia, la ciudad de los intercambios.

Para saber a quiénes está destinado el evento:

Institución: Hogar Padre Morello
¿Qué hacen? Reciben a mamás solteras con sus hijos y las ayudan con las comidas diarias, ropa y talleres. Muchos casos llegan derivados de juzgados por maltrato o agresiones familiares.
Cantidad de personas que asisten: Ahora hay 10 mamás, de entre 14 y 22 años, con sus hijos de entre 3 meses y 6 años. Contacto: 4308-4763 


Institución: ONG Manos Abiertas
¿Qué hacen? Cocinan y llevan abrigo todas las semanas a familias de zona Oeste. Además, juntan útiles, ropa, frazadas y otros materiales que distribuyen entre las familias asistidas, a quienes censan para seguir cada caso.
Cantidad de personas que reciben: 180 mujeres, chicos y personas en situación de calle o carenciadas.
Cuándo y dónde: todos los miércoles viernes a la noche en la plaza Mitre, de San Miguel, y viernes en la plaza La Roche, de Morón.
Contacto: Juan José (encargado de San Miguel): 15 59 24 59 12 /
Patricia (encargada de Morón): 4450-2092

Institución: merendero Matías: Primero Los Chicos
¿Qué hacen? Cocinan los fines de semana para 200 chicos y están armando una biblioteca del barrio, que quieren ampliar. Están construyendo un comedor, porque hasta ahora los chicos almuerzan o meriendan en un patio descubierto.
Cantidad de personas que reciben: 200 chicos.
Cuándo y dónde: los fines de semana, en el barrio Santa Isabel de Mariano Acosta (Merlo). Contacto: Silvia 15-6650-9713 o grandes_esperanzas@hotmail.com